lunes, 20 de febrero de 2017

Los errores no tienen que ser fatales



beneficios de los errores, el poder de equivocarse, eliminar los examenes,

Yo enseño a mi hijo a equivocarse cada día. A experimentar, descubrir, creer, probar, soñar…


Y me pregunto, ¿porque los niños suelen ser evaluados día a día por familiares, maestros, el del supermercado, la madre del amiguito del parque? Es como si necesitaran un determinado y exacto conocimiento para una vida futura. Como si el error fuera más que una posibilidad desacertada, y lograra determinar quiénes son.



Me dan pena los niños… la mayoría de los niños, para ser exacta… 


Me da pena el niño que da respuestas equivocadas, que no se sabe aún la tabla del 5, el que no ha aprendido a leer de una vez el nombre del autor ruso, el que abre su boca para decir lo primero que le viene a la mente y no es escuchado como debería, y el que calla porque está reflexionando su respuesta. Ese que tiene mucha agilidad metal, y el que necesita unos minutos más (ya sea porque no tiene ni idea, o porque tiene tantas ideas que no se decide por cual escoger)… 


Me dan pena porque son continuamente evaluados y llegan a odiar ese maravilloso don que es equivocarse.


O mejor aún… me dan pena los adultos. O mejor dicho: la mayoria de los adultos, porque no saben lo que están quitándole al mundo. No entienden que de los errores y de su acción motriz es de donde surgen las cosas más maravillosas.




Porque quiero ser muy clara en mi postura: “Ser perfectos no es deseable”.


La perfección anula la posibilidad de evolución, de cambio, de mejoría, al suponer que no es necesario el error, porque se ha llegado al mayor ideal posible.


Y ser perfectos es irreal… es una mentira, en tanto depende de un estándar imposible de alcanzar, e incluso indeseable. La perfección responde al conformismo, a la inmovilidad, al deseo absurdo de la total uniformidad.




Vamos a darle una vuelta, y a volver a mirarlo todo desde la perspectiva del error.


¿Te has parado a pensar, que nos enseñan los errores?

¿Qué deberían aprender nuestros hijos cuando se equivocan?



  1. Los errores deberían ayudar a nuestros hijos a aprender sobre la perseverancia, porque si la equivocación proviene de una necesidad interior de saber/aprender, de descubrir algo; no importa cuántos errores cometas, porque encontraras respuestas siempre que sigas intentándolo (aunque a veces no sean las respuestas que crees, o incluso no sean las que buscas).  
  2. Los errores deberían enseñarles paciencia. Porque todo puede ser aprendido, pero no todos tenemos los mismos tiempos, ni todos queremos saber lo mismo. 
  3. A través de los errores deberíamos enseñar a nuestros hijos sobre diversidad. Porque todos, niños y adultos pueden saber lo mismo que los demás, pero normalmente las elecciones son únicas. Pueden diferir de las de los otros, con lo cual, la mayoría de las veces un problema no tiene solo una solución… ni siquiera en las ciencias más exactas. 
  4. Los errores deberían enseñar a nuestros hijos sobre la importancia de elegir. Sobre causas y consecuencias, sobre generalizar y sobre ser específicos… Porque la diversificación de los saberes es deseable, en tanto no alcanza una vida para aprender todo lo que este inmenso mundo tiene para enseñarte. 
  5. Los errores deberían enseñarles que las soluciones pueden venir en muchísimos “envases” y que el poder de uno solo, no es nada comparado con la fuerza de muchos.


¿Y es así como estamos aprovechando los errores que comenten nuestros hijos y alumnos?

No, definitivamente no.



  1. La mayoria de los adultos están haciendo daño al encausar mal las equivocaciones. Al dejar de verlas como oportunidades, y tratarlas con fatalismos, y lo peor es que la mayoría de las veces no se dan cuenta de lo que hacen (o por lo menos es lo que quiero pensar). 
  2. La mayoria de los adultos están manejando tan mal los errores que en vez de servir como motor creativo, están eliminando la honradez. Porque ante la crítica, el castigo y el acoso, es más fácil para los niños parecer, que ser. Y entonces los niños aprenden a mentir, a esconderse, a copiarse, a hacer trampa… 
  3. La mayoria de los adultos están eliminando la paciencia y dando paso al estrés, cuando le dan más valor a las cosas que les faltan por aprender a los niños, que a las que ya saben… 
  4. La mayoria de los adultos quieren enseñar sobre diversidad y tolerancia, pero con el tratamiento actual de exámenes y evaluaciones, solo consiguen que los niños consideren como deseable la uniformidad e intenten aplastar al que se salga de la media (bien sea el que se equivoca mucho más que los demás, o el que se equivoca muy poco). 
  5. La mayoria de los adultos están matando la creatividad, la posibilidad de un mundo mejor y el desarrollo, al negar el valor de los errores y todo lo que podemos aprender de ellos.



¿Y sabes que es lo peor?


La cantidad de científicos, psicólogos, músicos, informáticos, médicos, ingenieros, mecánicos, carpinteros, bailarines, cineastas, artesanos… que se están perdiendo por el camino.


 Porque estos y casi todos los oficios y profesiones dependen de salir airoso de las equivocaciones… no de no cometerlas, sino de superarlas de formas creativas, y esto necesita práctica. Tenemos que aceptar que nos equivocamos y aprender a auto motivarnos, a visualizar posibilidades y a insistir, a descartar posibilidades y a retomar otras, y no solo a nivel profesional, sino también durante la vida.



¿Y si los errores son necesarios…?

¿Si los errores son una forma de crecer, porque les tememos tanto?

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