A veces me cuesta ayudar, porque no sé qué es lo que más
necesitas. Y es que las madres necesitamos tanto apoyo…
Hay tanto que aprender, tanto que no nos imaginábamos que existía,
antes de entrar al mundo de lactancia y pañales, que la maternidad puede
volverse una montaña… o una inmensa bola de pinchos que te persigue sin
descanso.