Cuando un niño siente que no tiene el control sobre su mundo
o no comprende por qué sucede un determinado evento se ve afectada su seguridad
y aparecen los miedos.
Todos tenemos miedos. El miedo forma parte de un proceso evolutivo
por el cual nos mantenemos fuera de peligro.
Aunque a veces nos parezcan excesivas ciertas reacciones
infantiles, para un niño lidiar con el miedo es mucho más complicado. El mundo para
ellos es desconocido y tienen pocas herramientas para acercarse a él, por lo
que el miedo forma parte de su vida, en tanto crecer es descubrir y entender.
Para ayudar a nuestros hijos a enfrentarse al miedo, podemos
recurrir a dos la herramientas que como humanos hemos utilizado desde siempre,
el juego y la narración oral.
Hoy quiero compartirles un bello cuento titulado “Un monstruo horroroso”, del blog Hilando Cuentos, para ayudar a los pequeños con sus miedos.
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http://amoresplatanicos.blogspot.com.es/2010/01/lavadora.html |
Un monstruo horroroso
En mi
casa vive un monstruo horroroso. Tiene una enorme boca redonda, suelta muchas
babas y tiene ojos con muchas luces que
me asustan cuando entro en la cocina.
Mi papá
dice que el monstruo horroroso vive en la cocina porque se alimenta de la
suciedad de la ropa, y que en realidad no es tan malo si le alimentas una o dos
veces al día. Por eso guardamos su comida en un cesto y cuando le damos de comer se pone muy
contento, da muchas vueltas a la boca y a veces parece que se pone a bailar y
saltar.
Su comida
favorita son los calcetines, le gustan
tanto que siempre se traga alguno y no lo devuelve. Los calcetines que más le
gustan al monstruo horroroso son los de rayas, pues todos los que tengo han
perdido a su pareja y andan sueltos por casa.
Esta
semana el monstruo horroroso ha empezado a hacer cosas extrañas. Creo que es
muy travieso y le gusta jugar.
EL
LUNES se convirtió en artista y jugó a
cambiar los colores de la ropa en su enorme boca. La blusa blanca favorita de
mamá, ahora es de color rosa.
EL
MIERCOLES debía tener mucha hambre,
porque comenzó a darle mordiscos a la ropa. Desde entonces al jersey de papa le
faltan dos botones y sus calzoncillos de corazones tienen un agujero en el
trasero.
EL
VIERNES jugó a ser matemático, y cuando sacamos mi ropa de su bocaza había
encogido dos tallas.
Así que, la muñeca de mi hermana ha renovado todo su
vestuario.
Papá
estaba cansado y el sábado llamó al
Doctor de Monstruos. Allí mismo, en la cocina, el médico le operó. Nunca había
visto un monstruo por dentro, pensaba que estaban llenos de agujeros negros y babas; pero mi monstruo está repleto de tuercas y muchos cables.
El médico
ha dicho que está malito de tanto comer, que tiene CAL y que por eso no hace
bien la digestión. Le ha recetado dos pastillas verdes para cuando coma ropa
blanca y una roja para cuando devore la ropa de color.
Tras unos
días, mi monstruo es el mismo. Cuando le damos de comer, vuelve a masticar
dando vueltas a la boca y, a veces, se pone a bailar y saltar. El monstruo
horroroso ya no me da miedo, ahora lo trato con más cariño, no quiero que
vuelva a enfermar. Y para que esté alegre, cuando mis padres no miran, le doy
de comer calcetines a rayas que son los que más les gustan.
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Si quieres leer mas cuentos estupendos, no olvides pasar por del blog Hilando Cuentos.
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Muchas gracias Etna por compartir mi cuento. Si te parece, te voy a enlazar en mi blog y así estoy al tanto de tus novedades. Un saludo
ResponderEliminarClaro que si, sera un honor estar enlazada a tu blog!!!
ResponderEliminarYo tambien te voy a colocar en mi seccion de blogs sobre libros y cuentos :)