Normalmente cuando pienso en la educación de mis
hijos, me enfoco en el día a día. De la mañana a la noche todo se mueve súper rápido,
entre tareas domésticas, trabajo, pequeñas escaramuzas entre hermanos, estudio
de los peques, familia… en fin, como todas las madres tengo un montón de
frentes abiertos cada día.
Si tienes hijos sabes perfectamente de lo que te
hablo. ¿A que si?
El caso es que en medio de la rutina, a veces pierdo
el rumbo y empiezo a ver grandes problemas donde no los hay, o incluso olvido
lo realmente importante. Mi solución a esto es hacer revisión dos veces al
año y así tener claros los propósitos a medio y largo plazo.
¿Qué es lo realmente importante en su
educación?
¿Qué necesitan mis hijos?
¿Qué necesito como puedo ofrecérselos?
La revisión de año nuevo es aún más exhaustiva que
la de verano, porque no solo tengo en cuenta las necesidades a mediano plazo, o
sea para los próximos 6 meses, sino que también me planteo el año que comienza.
Reviso mis propósitos del año anterior y valoro:
¿Qué se mantiene?
¿Qué ya no necesitamos tener en cuenta?
¿Qué incluimos?
¿Qué problema debemos solucionar o
prestarle toda nuestra atención?
Te preguntarás porque no utilizo la misma lista de propósitos
de un año para otro.
Sencillo. Hay que tener en cuenta que los niños
crecen y sus necesidades van cambiando, por otra parte, surgen nuevas situaciones
familiares, personales, o incluso entre sus amigos nuevos y antiguos, que
requieren mi atención. Los pequeños demandan nuevos conocimientos, adquisición de
destrezas, perfeccionamiento de habilidades, ampliación de la cultura, reforzamiento
de determinados valores, y desarrollo de todo tipo de inteligencias (ya sea
porque priman o porque están muy desfasadas).
Este año no iba a ser diferente y el caso es que al fin he
terminado de concretar mis cinco principales propósitos educativos de 2019.
Propósito 1: Tiempo
Siempre estoy al tanto de priorizar el tiempo que
paso con mis hijos, pero igualmente es uno de mis primeros puntos a revisar
cada año.
Cada año incluyo nuevas dinámicas y actividades y
este específicamente me he propuesto aumentar el tiempo utilizando juegos de
mesa. Mis hijos están muy emocionados con esta idea, así que ya lo he puesto en
mi agenda diaria.
Propósito 2: Formación artística
El año pasado empezamos con buen pie la visita a
exposiciones de arte y conciertos, así como aprendizaje de pintores y teoría musical.
Este año queremos ampliar las exposiciones, los
conciertos, los ballets y demás actividades.
También vamos a incluir otras áreas de estudio artístico
como son instrumento (piano) y pintura.
Propósito 3: Visitas históricas
Llevamos varios años incluyendo en nuestro estudio
de la historia las visitas a sitios históricos, y este año toca Roma y espero
que podamos extendernos un poco más.
Por suerte tenemos muchos lugares fenomenales cerca
de nuestra localidad que fueron conquistados por los romanos, con lo cual, hay
mucho material a nuestro alcance.
Propósito 4: Actitud, desarrollo emocional y carácter
En este punto simpre me planteo propositos para mis hijos y para mi por separado, porque aunque aunque todo tiene que ver, cada uno tenemos que trabajarnos diferentes cosas, para conseguir los mejores resultados. Ellos saben cual es el aspecto que les estoy trabajando especialmente, y tambien saben el mio, me apoyan y me ayudan... así que de esta forma tambien trabajamos indirectamente la constancia, la tolerancia, la resilencia y el apoyo mutuo.
El año pasado trabaje para mí misma el valor del
silencio (me aplique el dicho: “Si no tienes nada bueno que decir, no digas
nada”) y me alegro de haberlo hecho. No es que haya conseguido por completo
frenar mi lengua, pero estoy orgullosa de mis progresos.
Para este año continuo con la misma línea, y agrego
detectar la escalada emocional y detenerla.
Luego de leer el libro de Gardner por segunda vez,
creo que el poder más importante es el que ejercemos sobre nuestra propia
mente. Ser consiente de mis procesos mentales y reconducirlos de modo que logre
ampliar el nivel de satisfacción es mi principal propósito.
En cuanto a mis peques el año pasado trabaje el
valor de una buena actitud (como decía Henry Ford: “Tanto si crees que puedes
como si crees que no puedes, estas en lo cierto.”). El perfeccionismo puede ser
una pesada carga (y mis niños lo son), así que ha sido emocionante ver cómo han
crecido en su Fe en sí mismos y en el disfrute de sus logros.
Para este año seguimos en esa línea e incluimos el
valor de la organización (a todos los niveles).
Propósito 5: Ciencias y lengua
Este es un propósito que mantengo año tras año, solo
varían las áreas en las que me enfoco más especialmente.
Así que, como cada año, otro de mis propósitos para
este año es continuar elevando el nivel educativo de mis hijos y voy a seguir
haciendo hincapié en las ciencias e introducir un refuerzo extra en lengua.
Esta es una de las partes que más me emociona,
porque mis hijos lo disfrutan muchísimo... así que seguimos incluyendo club de
ciencias, estudio de la naturaleza en la naturaleza, trabajo de laboratorio, proyectos
de robótica y codificar, y en lengua seguimos también con 1 o más novelas clásicas
al mes en familia y mucha lectura individual y escritura, e incluiremos más
oralidad.
Hasta aquí el resumen de mis 5 principales propósitos
educativos para este 2019.
Y tú, ¿Haces también propósitos educativos anuales para
la educación de tus hijos? ¿Ya los has hecho? ¿Tienes claro cómo hacerlos? ¿Necesitas inspiración?
Si no sabes por dónde empezar cuéntamelo y
te digo como puedo ayudarte.
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