Artículo realizado por la escritora Anaís Bellido, sobre Bilinguismo.
Pues aquí estoy otra vez, para hablar de
bilingüismo, de aprendizaje de idiomas, de relaciones familiares y de
Inter-generacionalidad. En el artículo anterior os hablaba de la
importancia de la transmisión de un idioma familiar como parte del legado cultural de la familia.
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importancia de la transmisión de un idioma familiar como parte del legado cultural de la familia.
Hablando sobre ese artículo con alguien muy
querido me planteaba una cuestión que pocas veces se trata pero no que deja de
ser una realidad:
¿Y si la familia decide no transmitir el
idioma familiar?
Para ellos, instalarse en un nuevo lugar de
residencia implica empezar de cero, integrarse en la nueva sociedad. Me hablaba
de la sensación de que no deseaba que los niños vivieran en una burbuja
lingüística. Reconozco que para mí, que siempre he defendido la importancia de
la transmisión de las raíces, resultaba un discurso incómodo.
¿Y el derecho del niño a conocer
el lugar de sus antepasados?
¿De poder ir de visita, no como
turista que no conoce la lengua y las costumbres del lugar, sino como miembro
pleno de la sociedad?
¿No se le está negando algo que
le pertenece?
Justo ayer comentaba de una madre de origen
chino criada en Francia desde su más tierna infancia. Ella se sentía francesa
pero a sus hijos les había transmitido sus orígenes y se había preocupado porque
no sólo hablaran chino sino que supieran también leerlo y escribirlo. Sin
embargo, su hijo, recién entrado en el mercado laboral, no necesitaba el chino
para nada y aunque tenía la capacidad de usarlo, prefería desarrollar otras
lenguas.
Este ejemplo reforzaba mi tesis: le habían
dado la capacidad de elegir porque conocía el idioma. Libre él, llegado a la
edad adulta, de decidir si usaba esa habilidad o no.
¿Y si habían varias lenguas en la
familia?
¿Cuál transmitir, todas, dos,
una?
Por
muy defensora de la transmisión inter-generacionalidad que yo sea, no puedo
dejar de saber, por experiencia propia, que aprender una lengua requiere un
esfuerzo y un compromiso que se extiende a lo largo de un montón de años.
Quizás por mantener esa transmisión, no se pueda elegir la actividad extraescolar
que el niño desea porque hay que reforzar tal o cuál lengua y, por tanto, hay
que priorizar aquellas actividades que sirvan para lograr ese objetivo fijado.
Es desde luego, una elección familiar donde no se puede aconsejar, pero cada
familia debe ser consciente de las consecuencias.
¿Es esta tu situación?
¿Cuál es tu elección?
¿Qué es para ti lo importante?
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Anais Bellido es escritora de libros infantiles, madre, hija, sobrina... y una estudiosa en temas de educación. Puedes ver algunos de sus libros en Amazon, de los cuales te recomiendo esta vez: Cuentos de raíces profundas
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